Información útil

Desplazamiento

Se puede asegurar sin dudas que la mejor forma de viajar por Japón es el tren. La red ferroviaria cubre casi todo el territorio facilitando el transporte a las principales poblaciones y atracciones turísticas. Existen dos tipos básicamente, el tren de alta velocidad, también conocido como tren bala o Shinkansen, que permite desplazarse rápidamente entre grandes ciudades y que cuenta con una frecuencia de horarios cercana a la de los trenes de cercanías en otros países. El segundo tipo es el tren local o densha. Evidentemente se trata de un medio más lento y, aunque existen diferentes tipos, en general cuenta con una frecuencia de paso inferior, pero permite al viajero desplazarse desde las grandes poblaciones a ciudades y pueblos cercanos, y aunque parezca menos conveniente resulta imprescindible para acceder a ciertos lugares de gran interés turístico, permitiendo disfrutar desde la ventanilla del paisaje rural de Japón.

La conveniencia de este medio de transporte se ve resaltada gracias a la oferta Japan Rail Pass, un bono de viajes exclusivo para turistas extranjeros que permite coger un número ilimitado de trenes durante un periodo de tiempo determinado por un precio fijo. Cuando escribo esto existen tres opciones de bono, para 7, 14 y 21 días. Para hacerse una idea de la conveniencia de este bono el precio del JR Pass de siete días equivale al precio de un billete de ida y vuelta en tren bala entre las ciudades de Tokio y Kioto.

Dicho esto, no podemos olvidar que Japón es un país compuesto por numerosas islas y que se extiende a lo largo de 3.000 kilómetros de punta a punta. Por este motivo nuestro viaje puede exigir el uso de otros medios de transporte. Si queremos desplazarnos grandes distancias, como por ejemplo entre la región de Kansai (o Kinki) y la isla septentrional de Hokkaido, o si queremos visitar las Ryukyu, las islas más meridionales del archipiélago, el avión es la mejor opción, por no decir la única, dependiendo, eso sí, de nuestro presupuesto.

Y no podemos olvidarnos del barco, aunque las cuatro islas principales están unidas entre sí por túneles y puentes hay numerosas islas de menor tamaño que solo se pueden alcanzar haciendo uso de ferris, entre ellas algunos destinos de gran interés, como la isla de Miyajima. Numerosas compañías operan estas líneas y en general cuentan con barcos modernos que nos permiten disfrutar de la experiencia del viaje.

Además, si queremos viajar más a nuestro aire y disfrutar de rutas más personales y que nos permitan conocer el Japón rural en profundidad, siempre existe la posibilidad de alquilar un coche, hacer uso de las numerosas líneas de autobuses locales o hacer ciclo turismo, una forma de viajar cada vez más de moda. El transporte en Japón también puede ser una experiencia en sí mismo, ya que existen algunas propuestas curiosas como barcos tradicionales, trenes panorámicos o temáticos, excursiones en jinrikisha (una carretilla tirada por una persona, como un rickshaw), etcétera.

En las ciudades los medios de transporte son los habituales, metro, trenes de cercanías, autobús, taxi, monorraíl, bicicleta, etcétera. En ciudades como Tokio el metro y el tren de cercanías son las mejores opciones ya que la ciudad cuenta con una completa, aunque algo compleja, red de estaciones. Hay que tener siempre en cuenta los horarios de los últimos trenes, ya que son más tempranos que en España y nos pueden obligar a hacer uso de un taxi cuyas tarifas son bastante elevadas.

Alojamiento

En Japón existe una gran variedad de tipos de alojamiento. En las grandes ciudades la oferta es abundante y variada lo que nos permite elegir la opción que más nos interese tanto por gusto como por precio. En las zonas rurales la variedad se reduce, pero podemos aprovechar para conocer algunas de las formas de alojamiento tradicionales de Japón. Vamos a repasar los tipos de alojamiento más frecuentes y ver sus características generales.

En Japón, por supuesto, se pueden encontrar hoteles de estilo occidental con una oferta que va desde los lujosos hoteles de cadenas internacionales a los más modestos hoteles de negocios. Son un tipo de alojamiento principalmente urbano, aunque también se pueden encontrar en las cercanías de algunas de las principales atracciones turísticas alejadas de las ciudades. Las habitaciones que ofertan tienen las típicas configuraciones, desde las individuales a las familiares, y suelen contar con un desayuno incluido tipo bufet en el que se ofrece tanto comida occidental como japonesa.

En el lado opuesto encontramos los ryokan, un tipo de alojamiento tradicional japonés más frecuente en zonas rurales pero que también lo podemos encontrar en ciudades como Kioto o Nara. Aunque como sucede con los hoteles, la oferta es diversa el precio suele ser entre medio y alto. La habitación suele ser de estilo japonés o washitsu, con suelo de tatami y camas tipo futón. El desayuno, de estilo japonés, se suele servir en la misma habitación y es frecuente que dentro del régimen de alojamiento se incluya también la cena. Es recomendable experimentar este tipo de alojamiento no solo por sentir cómo es la experiencia de dormir en una habitación de estilo japonés, sino también porque la oferta gastronómica de estos establecimientos suele ser muy interesante, a base de productos locales y de temporada.

Además, es habitual que en ciertas zonas los ryokan tengan acceso a su propio onsen o baños termales naturales. Los onsen, y en general los baños de agua caliente, son una pasión para los japoneses que ha originado toda una cultura a su alrededor. Eso sí, los onsen son solo aquellos que utilizan manantiales naturales. Los hay públicos, abiertos al visitante, y privados, solo para disfrute de los huéspedes del ryokan. Dentro de los onsen hay tipos, aunque se puede hacer una división clara entre interiores y exteriores. Los baños termales exteriores, o rotenburo, pueden estar situados en paisajes naturales o en un jardín. Nunca está de más recordar que el uso de los onsen tiene unas reglas que debemos cumplir para poder disfrutarlos sin molestar a otros usuarios. Aquí un repaso rápido para disfrutar de un baño termal como un experto: los baños están separados por sexos, excepto baños reservados para parejas o familias; hay que lavarse antes de entrar; los baños se deben realizar estando completamente desnudos, incluso en los públicos; y es común que esté prohibido el acceso a personas con tatuajes.

Además de los tipos de alojamiento citados existe una oferta más extensa, alojamientos que además suelen estar dirigidos a viajeros con presupuestos más limitados, pero no por ello son opciones menos interesantes. Nos referimos a alojamientos como las guest house o pensiones y los minshuku, versión económica de los hoteles y los ryokan, respectivamente, los albergues juveniles o para «mochileros», o el alquiler de habitaciones y casas a particulares a través de plataformas on-line como Air BnB.

Comodidad

La sociedad japonesa es una de las más eficientes y prácticas que nos podamos imaginar, todo está pensado para la comodidad del ciudadano o mejor dicho del cliente, considerado el verdadero «rey» en Japón. Un ejemplo de esto último lo encontrarás en cualquiera de los estupendos grandes almacenes, un lugar que debes visitar tanto si buscas simples objetos de consumo como si te encanta recorrer los mercados o eres aficionado a la artesanía. Como es muy lógico que mientras deambulas por sus diferentes secciones te apetezca descansar un rato, no es necesario que subas a las últimas plantas donde siempre se encuentran los bares y restaurantes, basta con que busques en el piso donde estés, hay un rincón donde se han colocado unos cómodos asientos precisamente para uso de los clientes, y sin que tengan que consumir nada. Una muestra más de la atención que se les dispensa en Japón.

Un aspecto que resulta muy práctico cuando se viaja es la abundancia de máquinas expendedoras que verás por las calles y todos sitios. En ellas podrás adquirir bebidas calientes, refrescos, platos precocinados, fruta, periódicos, manga y cualquier otra cosa que necesites en un momento y en un lugar determinados, incluso en el sedero que conduce a la cumbre del monte Fuji.

El paradigma de la comodidad y eficiencia niponas es su red ferroviaria y de metro. La de Tokio te permitirá llegar a casi cualquier lugar, incluso acceder directamente a muchos inmuebles y centros comerciales sin tener que salir a la calle. Además, su sistema de señalización es perfecto y solo requiere que no te pongas nervioso cuando te digan que la estación de Shinjuku, un barrio de la capital que casi seguro querrás visitar, tiene ¡doscientas salidas! Lo único que has de saber antes de apearte del vagón es a qué edificio, gran almacén, museo o calle te estás dirigiendo y buscar el plafón en el que aparezca su nombre.

Sentarse en el suelo

Si visitas lugares tradicionales, te hospedas en un ryokan o acudes a según qué restaurantes, tendrás que sentarse en el suelo sobre tatamis. Esa postura resulta bastante incómoda para un occidental si debe mantenerla mucho tiempo, pero puede resultar embarazosa si eres mujer y llevas una falda muy ajustada.

Seguridad

Japón es, sin duda alguna, el país más seguro del mundo. A los extranjeros les cuesta creer que es posible perder la cartera con dinero en el metro de Tokio, o de cualquier otra ciudad, y recuperarla al día siguiente sin faltarle ni un solo billete. El servicio de objetos perdidos es de una eficiencia absoluta y la honradez del pueblo japonés, descubierta por los primeros portugueses y españoles que llegaron al País del Sol Naciente en el siglo XVI, sigue siendo ejemplar. Esto no quiere decir que si frecuentas algunos barrios nocturnos no actúes con un mínimo de sentido común.

Los hurtos de bolsos, monederos, teléfonos, ordenadores, etcétera son prácticamente inexistentes en Japón. Si te olvidas el móvil en el bar donde has tomado un refresco, no te preocupes, en cuando te des cuenta, regresa y lo encontrarás en el sitio donde lo dejaste. Si tienes algún problema puedes acudir a alguna de las pequeñas comisarías de policía que se hallan en la calle. Son pequeños edificios, un poco más grandes que un quiosco, que se llaman koban. Ahí te atenderán perfectamente, aunque con la limitación del idioma. Si te has perdido y tu navegador no funciona, es el mejor sitio para que te indiquen cómo llegar a donde quieres ir señalándote el camino en un plano.

Deberías llevar siempre contigo una tarjeta del lugar donde te hospedas. Pídela en la recepción, nada más registrarte. Generalmente, están escritas en japonés por un lado, en inglés por el otro y suelen incluir un pequeño mapa de ubicación del establecimiento. Te resultará imprescindible si debes tomar un taxi de vuelta o simplemente te has perdido y necesitas preguntar a alguien cómo llegar a tu hotel. Su nombre japonés es meishi.

Compras

Ir de compras es uno de los principales pasatiempos de los japoneses y así lo demuestran los numerosos distritos comerciales que pueblan sus ciudades, pero antes de ir de compras veamos algunos datos prácticos. La moneda en Japón es el yen y su valor ronda los 130 yenes por euro. Es recomendable hacer el cambio de moneda en el aeropuerto al llegar a Japón donde las oficinas de cambio de diferentes bancos japoneses ofrecen una muy buena tasa de cambio. Si necesitásemos cambiar algo más de dinero durante el viaje se pueden encontrar algunas oficinas de cambio en el centro de las ciudades, aunque no son abundantes, con la excepción de Tokio donde últimamente son más fáciles de encontrar. También es conveniente advertir que hay algunos comercios, especialmente restaurantes populares, en los que no se admite tarjeta de débito y las de crédito extranjeras a veces no funcionan, por este motivo es mejor llevar siempre efectivo.

En los cajeros automáticos de las tiendas de veinticuatro horas de la cadena 7-Eleven podrás sacar dinero con la mayoría de las tarjetas no japonesas, VISA, Mastercard, Maestro, Cirrus, AMEX, etcétera. Y lo mismo en las oficinas de correos, mediante lo que denomina International ATM Service. En la página web de la Japan National Tourism Organization se explica el funcionamiento de ese servicio ATM, siglas de Automated Teller Machine, y ofrece un buscador de cajeros automáticos.

El horario comercial en las ciudades es de 10:00-20:00 todos los días, incluso hay sitios que abren hasta 22:00. Hay sitios abiertos las 24 horas en zonas cercanas a las grandes estaciones en casi todas las ciudades, principalmente los konbini, unas pequeñas tiendas donde se vende de todo, y también las tiendas Don Quijote (o Donki, como dicen en Japón) que son grandes almacenes donde venden de todo a precios muy asequibles, perfecto para comprar suvenires.

Si lo que buscas son rebajas, debes saber que su temporada es de junio a mediados de julio y de principios de enero a mediados de ese mes.

En Japón existe un sistema de devolución de tasas (el 10%) para compras, realizadas por extranjeros de paso por el país, cuyo importe que sea superior a 5.000 yenes. Los grandes almacenes y centros comerciales disponen de un servicio que te ayudará en los trámites. Pero para beneficiarte de esta opción debes llevar contigo el pasaporte, pues te lo pedirán en el lugar donde realices la compra.

Pagos

Tarjeta de Crédito

Ten en cuenta que, debido a la gran seguridad ciudadana, muchos japoneses están acostumbrados a llevar dinero en efectivo para los gastos corrientes y no emplean la tarjeta de crédito tan a menudo como en los países occidentales. Tras la pandemia, pago con tarjeta (o con móvil) aumentó notablemente pero siempre deberías tener en tu cartera unos cuantos billetes y monedas. No confíes que la puedas utilizar en todos los lugares. Algunos de los bares, tascas y restaurantes en los que comerás no la aceptarán. Si te alojas en algún albergue tradicional como los ryokan, confirma previamente si las admiten antes de hacer tu reserva. Cuanto más te alejes de Tokio, más aconsejable es llevar dinero en efectivo. En cambio son mayoría los taxis que admiten este sistema de pago.

Cambiar Moneda

El cambio de moneda está sujeto a múltiples factores que impiden ofrecer un consejo exacto sobre dónde es más rentable comprar yenes. Para ver la cotización del yen respecto al euro puede usarse la web Xe.com, aunque hay muchas similares. Debes decidir si prefieres comprar las divisas en España o en el aeropuerto de Japón, nada más llegar. También existe la opción, quizás un poco anticuada, de adquirir cheques de viajero en yenes, como los de American Express, que podrás cambiarlos por efectivo en los principales bancos japoneses, aunque no en todas la agencias.

Planifica tu viaje

Desplazamiento

Se puede asegurar sin dudas que la mejor forma de viajar por Japón es el tren. La red ferroviaria cubre casi todo el territorio facilitando el transporte a las principales poblaciones y atracciones turísticas. Existen dos tipos básicamente, el tren de alta velocidad, también conocido como tren bala o Shinkansen, que permite desplazarse rápidamente entre grandes ciudades y que cuenta con una frecuencia de horarios cercana a la de los trenes de cercanías en otros países. El segundo tipo es el tren local o densha. Evidentemente se trata de un medio más lento y, aunque existen diferentes tipos, en general cuenta con una frecuencia de paso inferior, pero permite al viajero desplazarse desde las grandes poblaciones a ciudades y pueblos cercanos, y aunque parezca menos conveniente resulta imprescindible para acceder a ciertos lugares de gran interés turístico, permitiendo disfrutar desde la ventanilla del paisaje rural de Japón.

La conveniencia de este medio de transporte se ve resaltada gracias a la oferta Japan Rail Pass, un bono de viajes exclusivo para turistas extranjeros que permite coger un número ilimitado de trenes durante un periodo de tiempo determinado por un precio fijo. Cuando escribo esto existen tres opciones de bono, para 7, 14 y 21 días. Para hacerse una idea de la conveniencia de este bono el precio del JR Pass de siete días equivale al precio de un billete de ida y vuelta en tren bala entre las ciudades de Tokio y Kioto.

Dicho esto, no podemos olvidar que Japón es un país compuesto por numerosas islas y que se extiende a lo largo de 3.000 kilómetros de punta a punta. Por este motivo nuestro viaje puede exigir el uso de otros medios de transporte. Si queremos desplazarnos grandes distancias, como por ejemplo entre la región de Kansai (o Kinki) y la isla septentrional de Hokkaido, o si queremos visitar las Ryukyu, las islas más meridionales del archipiélago, el avión es la mejor opción, por no decir la única, dependiendo, eso sí, de nuestro presupuesto.

Y no podemos olvidarnos del barco, aunque las cuatro islas principales están unidas entre sí por túneles y puentes hay numerosas islas de menor tamaño que solo se pueden alcanzar haciendo uso de ferris, entre ellas algunos destinos de gran interés, como la isla de Miyajima. Numerosas compañías operan estas líneas y en general cuentan con barcos modernos que nos permiten disfrutar de la experiencia del viaje.

Además, si queremos viajar más a nuestro aire y disfrutar de rutas más personales y que nos permitan conocer el Japón rural en profundidad, siempre existe la posibilidad de alquilar un coche, hacer uso de las numerosas líneas de autobuses locales o hacer ciclo turismo, una forma de viajar cada vez más de moda. El transporte en Japón también puede ser una experiencia en sí mismo, ya que existen algunas propuestas curiosas como barcos tradicionales, trenes panorámicos o temáticos, excursiones en jinrikisha (una carretilla tirada por una persona, como un rickshaw), etcétera.

En las ciudades los medios de transporte son los habituales, metro, trenes de cercanías, autobús, taxi, monorraíl, bicicleta, etcétera. En ciudades como Tokio el metro y el tren de cercanías son las mejores opciones ya que la ciudad cuenta con una completa, aunque algo compleja, red de estaciones. Hay que tener siempre en cuenta los horarios de los últimos trenes, ya que son más tempranos que en España y nos pueden obligar a hacer uso de un taxi cuyas tarifas son bastante elevadas.

Alojamiento

En Japón existe una gran variedad de tipos de alojamiento. En las grandes ciudades la oferta es abundante y variada lo que nos permite elegir la opción que más nos interese tanto por gusto como por precio. En las zonas rurales la variedad se reduce, pero podemos aprovechar para conocer algunas de las formas de alojamiento tradicionales de Japón. Vamos a repasar los tipos de alojamiento más frecuentes y ver sus características generales.

En Japón, por supuesto, se pueden encontrar hoteles de estilo occidental con una oferta que va desde los lujosos hoteles de cadenas internacionales a los más modestos hoteles de negocios. Son un tipo de alojamiento principalmente urbano, aunque también se pueden encontrar en las cercanías de algunas de las principales atracciones turísticas alejadas de las ciudades. Las habitaciones que ofertan tienen las típicas configuraciones, desde las individuales a las familiares, y suelen contar con un desayuno incluido tipo bufet en el que se ofrece tanto comida occidental como japonesa.

En el lado opuesto encontramos los ryokan, un tipo de alojamiento tradicional japonés más frecuente en zonas rurales pero que también lo podemos encontrar en ciudades como Kioto o Nara. Aunque como sucede con los hoteles, la oferta es diversa el precio suele ser entre medio y alto. La habitación suele ser de estilo japonés o washitsu, con suelo de tatami y camas tipo futón. El desayuno, de estilo japonés, se suele servir en la misma habitación y es frecuente que dentro del régimen de alojamiento se incluya también la cena. Es recomendable experimentar este tipo de alojamiento no solo por sentir cómo es la experiencia de dormir en una habitación de estilo japonés, sino también porque la oferta gastronómica de estos establecimientos suele ser muy interesante, a base de productos locales y de temporada.

Además, es habitual que en ciertas zonas los ryokan tengan acceso a su propio onsen o baños termales naturales. Los onsen, y en general los baños de agua caliente, son una pasión para los japoneses que ha originado toda una cultura a su alrededor. Eso sí, los onsen son solo aquellos que utilizan manantiales naturales. Los hay públicos, abiertos al visitante, y privados, solo para disfrute de los huéspedes del ryokan. Dentro de los onsen hay tipos, aunque se puede hacer una división clara entre interiores y exteriores. Los baños termales exteriores, o rotenburo, pueden estar situados en paisajes naturales o en un jardín. Nunca está de más recordar que el uso de los onsen tiene unas reglas que debemos cumplir para poder disfrutarlos sin molestar a otros usuarios. Aquí un repaso rápido para disfrutar de un baño termal como un experto: los baños están separados por sexos, excepto baños reservados para parejas o familias; hay que lavarse antes de entrar; los baños se deben realizar estando completamente desnudos, incluso en los públicos; y es común que esté prohibido el acceso a personas con tatuajes.

Además de los tipos de alojamiento citados existe una oferta más extensa, alojamientos que además suelen estar dirigidos a viajeros con presupuestos más limitados, pero no por ello son opciones menos interesantes. Nos referimos a alojamientos como las guest house o pensiones y los minshuku, versión económica de los hoteles y los ryokan, respectivamente, los albergues juveniles o para «mochileros», o el alquiler de habitaciones y casas a particulares a través de plataformas on-line como Air BnB.

Comodidad

La sociedad japonesa es una de las más eficientes y prácticas que nos podamos imaginar, todo está pensado para la comodidad del ciudadano o mejor dicho del cliente, considerado el verdadero «rey» en Japón. Un ejemplo de esto último lo encontrarás en cualquiera de los estupendos grandes almacenes, un lugar que debes visitar tanto si buscas simples objetos de consumo como si te encanta recorrer los mercados o eres aficionado a la artesanía. Como es muy lógico que mientras deambulas por sus diferentes secciones te apetezca descansar un rato, no es necesario que subas a las últimas plantas donde siempre se encuentran los bares y restaurantes, basta con que busques en el piso donde estés, hay un rincón donde se han colocado unos cómodos asientos precisamente para uso de los clientes, y sin que tengan que consumir nada. Una muestra más de la atención que se les dispensa en Japón.

Un aspecto que resulta muy práctico cuando se viaja es la abundancia de máquinas expendedoras que verás por las calles y todos sitios. En ellas podrás adquirir bebidas calientes, refrescos, platos precocinados, fruta, periódicos, manga y cualquier otra cosa que necesites en un momento y en un lugar determinados, incluso en el sedero que conduce a la cumbre del monte Fuji.

El paradigma de la comodidad y eficiencia niponas es su red ferroviaria y de metro. La de Tokio te permitirá llegar a casi cualquier lugar, incluso acceder directamente a muchos inmuebles y centros comerciales sin tener que salir a la calle. Además, su sistema de señalización es perfecto y solo requiere que no te pongas nervioso cuando te digan que la estación de Shinjuku, un barrio de la capital que casi seguro querrás visitar, tiene ¡doscientas salidas! Lo único que has de saber antes de apearte del vagón es a qué edificio, gran almacén, museo o calle te estás dirigiendo y buscar el plafón en el que aparezca su nombre.

Sentarse en el suelo

Si visitas lugares tradicionales, te hospedas en un ryokan o acudes a según qué restaurantes, tendrás que sentarse en el suelo sobre tatamis. Esa postura resulta bastante incómoda para un occidental si debe mantenerla mucho tiempo, pero puede resultar embarazosa si eres mujer y llevas una falda muy ajustada.

Seguridad

Japón es, sin duda alguna, el país más seguro del mundo. A los extranjeros les cuesta creer que es posible perder la cartera con dinero en el metro de Tokio, o de cualquier otra ciudad, y recuperarla al día siguiente sin faltarle ni un solo billete. El servicio de objetos perdidos es de una eficiencia absoluta y la honradez del pueblo japonés, descubierta por los primeros portugueses y españoles que llegaron al País del Sol Naciente en el siglo XVI, sigue siendo ejemplar. Esto no quiere decir que si frecuentas algunos barrios nocturnos no actúes con un mínimo de sentido común.

Los hurtos de bolsos, monederos, teléfonos, ordenadores, etcétera son prácticamente inexistentes en Japón. Si te olvidas el móvil en el bar donde has tomado un refresco, no te preocupes, en cuando te des cuenta, regresa y lo encontrarás en el sitio donde lo dejaste. Si tienes algún problema puedes acudir a alguna de las pequeñas comisarías de policía que se hallan en la calle. Son pequeños edificios, un poco más grandes que un quiosco, que se llaman koban. Ahí te atenderán perfectamente, aunque con la limitación del idioma. Si te has perdido y tu navegador no funciona, es el mejor sitio para que te indiquen cómo llegar a donde quieres ir señalándote el camino en un plano.

Deberías llevar siempre contigo una tarjeta del lugar donde te hospedas. Pídela en la recepción, nada más registrarte. Generalmente, están escritas en japonés por un lado, en inglés por el otro y suelen incluir un pequeño mapa de ubicación del establecimiento. Te resultará imprescindible si debes tomar un taxi de vuelta o simplemente te has perdido y necesitas preguntar a alguien cómo llegar a tu hotel. Su nombre japonés es meishi.

Pagos

Tarjeta de Crédito

Ten en cuenta que, debido a la gran seguridad ciudadana, muchos japoneses están acostumbrados a llevar dinero en efectivo para los gastos corrientes y no emplean la tarjeta de crédito tan a menudo como en los países occidentales. Tras la pandemia, pago con tarjeta (o con móvil) aumentó notablemente pero siempre deberías tener en tu cartera unos cuantos billetes y monedas. No confíes que la puedas utilizar en todos los lugares. Algunos de los bares, tascas y restaurantes en los que comerás no la aceptarán. Si te alojas en algún albergue tradicional como los ryokan, confirma previamente si las admiten antes de hacer tu reserva. Cuanto más te alejes de Tokio, más aconsejable es llevar dinero en efectivo. En cambio son mayoría los taxis que admiten este sistema de pago.

Cambiar Moneda

El cambio de moneda está sujeto a múltiples factores que impiden ofrecer un consejo exacto sobre dónde es más rentable comprar yenes. Para ver la cotización del yen respecto al euro puede usarse la web Xe.com, aunque hay muchas similares. Debes decidir si prefieres comprar las divisas en España o en el aeropuerto de Japón, nada más llegar. También existe la opción, quizás un poco anticuada, de adquirir cheques de viajero en yenes, como los de American Express, que podrás cambiarlos por efectivo en los principales bancos japoneses, aunque no en todas la agencias.